Hay una vela de hierro que se consume en medio de la mesa.
El mantel está bien puesto, ninguna arruga, ninguna mancha de vino negro. Platos cuadrados, copas redondas y cubiertos de plástico. Los invitados no tardarán en llegar.
El sol se refleja en el mar creando una capa más roja que la de Superman. Anochece temprano, hoy alguien quiere que se acabe el día ya. La brisa marina llega hasta la mesa y mueve el mantel ligeramente. La comida se enfría.
La mesa y la sillas se hunden en la arena. Se va el sol. Se va la luz. Nadie llega.
Y apago la vela.
Ya me invitaras... :P
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