viernes, 19 de agosto de 2011

Parques peligrosos

Un hombre sudoroso con el pelo canoso deambulaba desnudo por el parque. En el tobogán había dos niños peleándose por ver quién se tiraba primero. Sus mamás, todas coquetas, estaban sentadas en un banco cotilleando sobre temas de mujeres. Tal era el nivel de chismeo que ni se percataron del hombre desnudo.

Al ver al hombre, los niños gritaron como si se fuera a acabar el mundo y corrieron hacia sus mamás. Las mujeres siguieron hablando e ignoraron cualquier bramido de sus pequeños rebeldes. El hombre se acercó a la fuente y empezó a lavarse sus partes, algunas con más insistencia que otras.

Era domingo, tocaba el sol en el parque y las palomas no dejaban de quejarse. El hombre canoso, desnudo y mojado se acercó a una de ellas y les dio una patada en el culo. Llegó la revolución. Niños llorando, madres hablando, pájaros volando y un hombre desnudo cagando.

Era otro domingo de agosto.


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